En países que son predominantes en el mundo, se han puesto a disposición leyes en cuanto a la gestación de bebés que puedan venir con algún tipo de condición que son detectados en el vientre materno.
Sin embargo, él tomar una decisión de interrumpir un embarazo debido a algún tipo de deformidad dependerá directamente de la madre no del especialista.
Tal, es el caso de Inglaterra la historia que se dará a conocer a continuación, Rosie decidió el futuro de su hijo antes de nacer, a pesar de las condiciones graves con las que vendría al mundo.
Continuo con su proceso de gestación, dese el momento del nacimiento hasta ahora no se arrepiente y describe a su bebé como un chico muy coqueto y alegre que crece muy rápido.
En el norte de Europa, se les da la oportunidad a las madres de tomar la decisión de realizar test para verificar si presentan algún problema durante la gestación y así de esta manera permitir la interrupción del embarazo antes de que salga al mundo.
Rossi Higgs, es una chica de 29 años, cuando solo habían transcurrido un par de meses de gestación, el tratante le da una triste noticia: su bebé sufría un Síndrome de la Banda Amniótica, lo que significa que el proceso de crecimiento no se realiza de manera normal, donde una o varias de sus extremidades al momento de su nacimiento no estarían completas.
El pequeño Henry nacería con un solo brazo, sin sus dos piernas. Esta situación hizo pensar a Rosie en la vida que iba a tener su hijo, a pesar de ello su decisión fue el traer a Henry al mundo y sentía que era lo correcto:
“Para mí, él es perfecto. No tuve ninguna duda de quedarme con él, independientemente de lo que me aconsejaran. Es capaz de coger las cosas sin problemas, lo que es realmente sorprendente. Está progresando muy bien. Henry está contento, le encanta sentarse en su trona, pero hay que tener cuidado. No puede usar un andador porque no es seguro para él porque no tiene sus extremidades inferiores” El pequeño Henry cuenta con el más grande apoyo de su familia.
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